Es conocido que los gatos no son muy dados al agua por naturaleza, aunque de vez en cuando nos encontramos por ahí a algunos que se salen del molde y les gusta jugar con el preciado líquido.
Fueron diseñados para bañarse y mantener su cuidada higiene corporal por sí mismos, lamiendo su cuerpo incesantemente. Por ello, cuando van a ser bañados por sus dueños, independientemente de que se sepan sucios en ese momento y realmente sea necesario darles un baño con más calidad de la que ellos pueden proporcionarse, muestran su inconformidad y molestia.
A tono con lo anterior, las siguientes imágenes muestran gatos mojados tras ser bañados por sus dueños o sumergidos en el agua como broma. Lo cierto es que la comicidad innata de las fotos, y las caras de molestia, pena y vergüenza en los felinos, nos hacen reír pero con la comprensión de que estos gatos fueron embromados de la peor manera posible, o bañados sin su consentimiento expreso.