Para entretener a nuestros niños pequeños y enseñarlo a socializar con animales, los perros no son exclusivamente la mascota ideal. El rol que siempre atribuimos a los canes puede ser también asumido por los gatos.

Ciertamente, los gatos tal vez necesitarán un poco más de tiempo para fomentar una amistad bonita con el peque producto de que son por naturaleza en pelín más fríos y distantes, pero llegado el momento en que mascota y niño se identifiquen como compañeros de juego y experiencias agradables, reconociendo ambos sus límites,  podremos disfrutar de escenas preciosas y tiernas como esas que hemos estado acostumbrados a ver entre niños y perros, pero protagonizadas por gatos que adoran a los nenes pequeños.

Muchos temen un posible contagio del niño con la toxoplasmosis, pero en realidad las posibilidades de que esto ocurra son mínimas. Si limpiamos bien la caja de nuestro gato y no le permitimos deambular más de la cuenta en las afueras de la casa, más aún si no tenemos constancia de la higiene de los lugares por los que lo hace, no tendremos problema con la mencionada enfermedad.